segunda-feira, 15 de abril de 2013

CADERNOS INTERATLÂNTICOS (12)

En 1968, poucos meses antes de sofrer o acidente vascular cerebral que o afastaria da Presidência do Conselho, Salazar concedeu uma entrevista ao jornalista argentino Bernardo Neustadt – referência incontornável nos meios de comunicação do país sul-americano, testemunha privilegiada de momentos-chave da história local, pioneiro e líder dos programas televisivos de entrevistas. Há alguns anos tive o ensejo de estar na apresentação de um dos seus livros, em cujas páginas  tentava esboçar uma explicação para as sucessivas crises que se vem abatendo sobre a Argentina e que culminaram com a débâcle económica e política de 2001. Qual a minha surpresa quando Neustadt desata a falar da entrevista de Lisboa e de como Salazar o havia impressionado. Na altura sentira-se um tanto ofendido com o diagnóstico que o asceta de São Bento fazia da Argentina e dos argentinos. O passar do tempo fê-lo reconhecer o acerto da análise e o carácter profético do juízo emitido. Desde então, arrependido de sua reacção inicial, passou a render constante homenagem ao estadista português. Nunca mais esqueceu-se da distinção fundamental – e que constitui a opção fundamental na vida individual e colectiva – entre SER MELHOR e ESTAR MELHOR.

Dizia Bismarck que os povos superiores aprendem com a experiência dos outros, os medíocres aprendem com a própria, e os incapazes não aprendem nunca. Os portugueses tiveram o raro privilégio de contar com um Salazar que restaurou a Nação, reconduzindo-a na senda do seu destino histórico. Aprenderam a lição? Não. Optaram por deixar que um grupelho de desqualificados fizesse tábua rasa do esforço de duas gerações capitaneadas por um homem de génio. Agora colhem os frutos bem maduros.

Vamos, pois, à entrevista:


REVISTA EXTRA - AÑO IV - Nº 35 - JUNIO 1968
40 AÑOS EN EL PODER
Entrevista a António de Oliveira Salazar


Entre 1910 y 1926, Portugal tuvo 8 presidentes de la República, y de todos ellos, UNO SOLO, cumplió con le mandato constitucional. En esos 16 años hubo 44 ministerios, con una duración media de cuatro meses cada gobierno. Un gabinete duró 12 horas. Otros, llegaron a 8, 11, 19, 23 y 32 días. En un Portugal individualista, así de conturbado, surge a la luz pública un experto economista, Antonio Oliveira de Salazar, nacido el 28 de abril de 1889 –tiene ahora 79 años- en una pequeña aldea, Vimieiro. Hijo de unos modestos agricultores, Antonio y María do Resgate Salazar-, desde la Universidad de Coimbra, asiste al penoso proceso de desmembración de la conciencia nacional portuguesa. Entonces decide ingresar al Centro Académico de la Democracia Cristiana, para tener una vitrina ideológica. En 1914 se gradúa en derecho; en 1917, obtiene el cargo de, profesor ayudante. En 1921 es elegido diputado católico en el Parlamento, y 5 años después, se produce la revolución que encabeza el mariscal Gomes da Costa. Lo llama a Oliveira Salazar y lo designa ministro de Hacienda. Dicta una orientación; exige una severa disciplina administrativa. Las condiciones son muy duras y entonces su programa no es aceptado íntegramente. Renuncia. Dos mese estuvo en la función; Oliveira Salazar juega al TODO o NADA. Portugal sigue a los tropiezos; en abril de 1928 –ahora se cumplieron 40 años- es nuevamente convocado a gobernar; entonces exige como condición la aplicación integral de un plan económico y de una reforma total de la estructura jurídico-político que albergaba el caos portugués.

Desde entonces, el profesor Oliveira Salazar gobierna, ampara, conduce a Portugal. Por su puesto ha recibido todos los motes propios de "los gobiernos que ponen orden en la casa" y rompen con el viejo sistema liberal. A Salazar se le dice desde Dictador hasta Totalitario, y se le aplican "ismos" con que el mundo de la etiqueta fácil suele descalificar el resultado de una obra. Para encontrarse con esa realidad, Extra estuvo en Lisboa exactamente el día que el profesor Oliveira Salazar –ahora presidente del Consejo del Gobierno- cumplía 40 años de PODER-PODER. Nunca había recibido a un periodista argentino, ni sudamericano. Además, hace ya tiempo que prefiere los largos silencios y la meditación al escaparate. Desde esa suerte de retraimiento, gobierna un Portugal sano, brioso, que se permite además el lujo de inmenso de mantener provincias africanas, en un ideal estado de convivencia, y donde el "natural" se siente totalmente portugués. 8 millones de almas en unos 160.000 km. cuadrados de Portugal, y 15 millones en Angola, Mozambique, Guinea, Macao, saben que el nombre de Oliveira Salazar, significa orden, estabilidad, progreso sin gritos.

"Renuncié a la emoción"

Durante 70 minutos Extra conversó con Oliveira Salazar, un obstinado célibe, de cuya soledad, misticismo y honestidad, hay pruebas concluyentes. Este fue el diálogo:


Antonio de Oliveira Salazar: ¿Qué les pasa a los argentinos...? ¡Qué lástima!...

Extra: Estamos buscándonos por dentro... Revisando nuestro estilo de vida. Como Uds. en 1928.

Oliveira Salazar: Yo recuerdo que por el año 1930, los pocos argentinos que llegaban a Lisboa se mostraban tan orgullosos del país que hasta me aseguraban que "la Argentina hacía llover cuando quería..." Y en los últimos años, los argentinos que pasan por aquí, sólo se quejan... se quejan... ¡Qué lástima!
Extra: Hemos tenido 7 presidentes en 22 años. Más de 200 ministros...

Oliveira Salazar: Claro, la continuidad es muy importante. Pero, además, los pueblos de América y los países del sur de Europa no pueden darse el lujo –creo yo- de vivir en una democracia representativa liberal parlamentaria. Porque tenemos mucha pasión. Y la pasión escinde. Desordena. Impide construir. Tuve que renunciar a la emoción para gobernar... No puedo evanecerme, puesto que no realicé todo lo que deseaba... Pero ejecuté lo suficiente para que no se pueda decir que fallé en mi misión. No siento, pues, la amargura de los que merecida o inmerecidamente no vieron coronados sus esfuerzos y maldicen a los hombres y a la suerte. Ni siquiera me acuerdo de haber recibido ofensas que me lleven a ser menos justo. Por el contrario; en este país donde tan a la ligera se aprecia y desprecian los hombres públicos, gozo del raro privilegio del respeto general... PUDE SERVIR...

Extra: Sin embargo hay gente que sostiene que tras 40 años de gobierno, Portugal pudo crecer más...

Oliveira Salazar: En política lo que valen son los resultados. El dirigente tiene que calcular la cantidad de ideal que soporta lo real y la dosis de libertad compatible con la salvaguardia de la autoridad y el mantenimiento del orden. Cuando llegué al Poder podía haber enajenado la nación con pedir préstamos al exterior. Un gran proceso de industrialización rápido, urgente y equivocado... No... De ningún modo; Portugal tenía que optar entre ESTAR MEJOR y SER MEJOR. Prefirió SER MEJOR...

Extra: Hemos visto mujeres y hombres de larga edad torcidos, sobre los hermosos campos, en minifundios marcados por el tiempo. Sin asistencia técnica casi... ¿Es un problema económico, educacional?

Oliveira Salazar: Es un problema sentimental. Nacieron allí. Trabajaron así... Los estamos convenciendo de que acepten por lo menos las Cooperativas para unirse allí, adquirir maquinaria y cambiar el método. ¿Pero usted cree que a mí, realmente me puede halagar que la gente se sienta esclava de la tierra, encorvada por la vida...? Una vez yo tenía un campo similar al de un vecino. Igual dimensión, igual cultivo. Lo quise cambiar. Entonces él me contestó: "NO SEÑOR DOCTOR... Yo sé que es igual que el suyo... Pero aquí yo venía cuando tenía 8 años con mi abuelo y la cabra... No lo puedo trocar..."

Extra: ¿Lo asusta la transformación?

Oliveira Salazar: (riendo mucho, mucho...) No me conoce usted. No quiero hacer pagar a mi país el precio caro de las transformaciones cuyo valor está todavía a demostrar... Por ejemplo, creo que en ese error incurrió la Argentina; seguí el proceso de Perón que parecía interesante, pero que se desvió. Llevar a un país de estructura agrícola – ganadera sin más ni más a un
proceso industrial sin transición es peligroso y ruinoso...

Extra: ¿Entonces usted qué hizo al encontrarse en el Poder?

Oliveira Salazar: Me encontré con un país desordenado y endeudado. Sin fervor. Primero, como le dije, no volver a recurrir al crédito internacional sin sentido. Resolví que el camino más indicado si queríamos Seguir siendo PORTUGAL, era el que adoptan los católicos a la hora de la cuaresma: AYUNAR. Crecer demasiado pronto hubiera sido tentar al fracaso demasiado rápido. El estado no debe ser señor de la riqueza nacional, ni colocarse en condiciones de ser corrompido por ella. Para ser árbitro supremo de todos los intereses, es preciso no dejarse maniatar por ninguno de ellos... Sin cerrar los ojos a las enseñanzas que otras formas de organización traen como remedio, consideré como saludable para el cuerpo social un margen amplio concedido a la iniciativa privada y hasta a la competencia, siempre que EL ESTADO MANTENGA LA POSICION DE ARBITRO SUPREMO ENTRE LOS INTERESES EN JUEGO. Hubo que poner mano dura. No lo niego. Pero en circunstancias así, cada uno procura bastarse a sí mismo y es inútil en las economías que tienen la agresividad enfermiza de la miseria, encontrar fórmulas de colaboración amistosa...

Extra: ¿Qué es el socialismo de Estado?

Oliveira Salazar: Es un régimen burgués por excelencia. La moneda es una medida delicada, destinada a servir y no a dominar...

Extra: Según usted, la democracia representativa parlamentaria es contraindicada para países de América y sur de Europa. ¿Por qué?

Oliveira Salazar: Porque tienen muchos Jefes. Mucha deliberación. Escaso resultado. Aquí la Asamblea Nacional funciona 3 veces al año. Nada más. Los ministros no van a su seno, sino a las comisiones. No queremos discursos espectaculares y ataques indiscriminados para "salir en los diarios". Somos un país pequeño con problemas serios y no podemos abrir frentes de debilidad con el sólo fin de proclamar que "jugamos a la democracia".

Extra: A su juicio, ¿cómo hay que crecer?

Oliveira Salazar: Con inteligencia. Ustedes los argentinos, por ejemplo, deberían crecer desde el campo hacia la industria, elaborando al pie de los trigales los productos manufacturados. Y no intentar aventuras.

Extra: Pero en un mundo tecnológico, urgido, eso significa no ya crecer despacio, sino estancarse...

Oliveira Salazar: Le insisto; hay que elegir ESTAR MEJOR O SER MEJOR...
Extra: ¿Me permite que le cuente una anécdota que puede afectarlo?

Oliveira Salazar: Como no...

Extra: Los otros días en Coimbra, concurrí a visitar una República de Estudiantes. En el cuarto de uno de ellos, estaba inscripta en la pared una frase suya: "Sin el consentimiento del pueblo no se puede gobernar un minuto... Salazar". Debajo de ella el ocupante de la habitación había escrito en rojo vivo: ENTONCES PORQUE NO SE VA...

Oliveira Salazar: (con una extraña y larga sonrisa que le nacía en los ojos ampliaba las comisuras de los labios). Sí... me imagino. A ese joven universitario usted le pregunta: ¿Lo quiere a Salazar? Le contesta: NO. Pero le pregunta: ¿Y a quién quiere? Y él no sabe. La juventud del mundo sabe TODO LO QUE NO QUIERE. En eso coincide. Pero no sabe lo qué quiere... Ellos forman EL PARTIDO DE LOS QUE NO QUIEREN PARTIDOS.

Extra: ¿Cómo ve usted desde su balcón el problema de la Sorbona, del fragor de lo que hoy vive París...?

Oliveira Salazar: Con mucha preocupación. Le aseguro. Puede ser un polvorín. Creo que mi buen amigo De Gaulle tras decir las palabras justas fue cediendo. Y eso es muy peligroso. Fíjese; en Europa hay un gran jefe: De Gaulle. Pero como tiene resentimientos inolvidables contra EEUU y con Inglaterra, cada vez que habla, siempre rosa de paso a sus adversarios.
Esto no, esto no, esto no... Me hace acordar al chico de Coimbra; sabe lo que no quiere... Si De Gaulle invirtiera los términos y empezara a sazonar lo positivo...

Extra: Justamente hablando de crecimiento, España se desarrolla vertiginosamente y no como es su gusto, profesor...

Oliveira Salazar: Nosotros y España somos dos hermanos, con casa separada. Tan vecinos que podemos hablarnos desde los balcones, pero seguramente más amigos por ser independientes y celosos de nuestra autonomía. Miro con alegría el esfuerzo español. Su progreso. Me acuerdo que al término de la guerra mundial, cuando España fue prácticamente BOYCOTEADA por casi todos los países, solo dos naciones permanecieron a su lado; dejando sus embajadores y siguiendo las relaciones comerciales: la Argentina y Portugal. Hoy –recién hoy- todos admiran la labor de Franco... En fin... Pero le digo también que el crecer como España supone un riesgo; despersonalizarse. Esto no invalida mi admiración...

Extra: Permítame otra irreverencia; aquí en Portugal se practica abiertamente la Censura de Prensa...

Oliveira Salazar: Es extraño que usted no nos llamó "incivilizados" por eso. Le quiero aclarar; existe Censura previa, pero no se practica. Después de tantos años, los periodistas ya saben lo que NO DAÑA A LA NACION. No podíamos permitirnos, le repito, "el lujo de la libertad". A veces cuando leo algún editorial, se queja de una censura previa que solo figura en las normas, llamo a los periodistas y le propongo: suprimo la norma de censura previa, pero ordenamos el secuestro de toda publicación que atente contra seguridad del país y de sus instituciones. Entonces todos saltan y dicen: "¡NO... Preferimos el actual estado de las cosas...!" Es que hay que saber vivir en libertad con responsabilidad.

Extra: Otra cosa que molesta "AL MUNDO" es que Portugal insista en mantener la autoridad sobre Angola, Mozambique, Macao...

Oliveira Salazar: ¿Al mundo? No. A los intereses del EXTRAÑO MUNDO... Angola, Mozambique, Guinea, Macao, son provincias portuguesas, de notable identificación. De estupenda convivencia. La mala información norteamericana lleva a confundir las cosas. Es raro que un país que no logra que el seno de su sociedad pueda integrarse pretos y blancos, intenten en el Africa que los pretos se autogobiernen, en una actitud que llamó demagógica e irresponsable. Piden la libertad fuera de sus límites, pero tiene problemas raciales insolubles dentro de sus fronteras. Y no sé realmente si un día no nos levantamos y estamos ante una guerra civil en EEUU.

Extra: ¿Sostiene usted entonces que los países del Africa no se pueden autogobernar?

Oliveira Salazar: Así es...

Extra: Pero, ¿cuándo podrán?

Oliveira Salazar: Es un problema de siglos. Dentro de 300 a 500 años... Mientras tanto tendrán que ir participando del proceso... Llámelo a eso neocolonialismo o como quiera, si la palabra está agotada...

Extra: ¿Y mientras tanto cuánto tiempo más podrá Portugal soportar la guerra terrorista...?

Oliveira Salazar: Indefinidamente. Es apenas en la frontera y son mercenarios. Nos cuesta 6 millones de contos que salen íntegramente del presupuesto natural... de mayores ingresos...

Extra: Pero la juventud que tiene que ir allí se queja...

Oliveira Salazar: Extraño. Porque una estadística prueba que se afirma el sentimiento nacional. Y que el 40% de los que retornan a Portugal tras cumplir la exigencia militar, vuelven a instalarse en Luanda, o en Mozambique... Conocen el país integralmente y aprenden a amarlo... Porque defenderlo es amarlo...

Extra: Le quiero hacer una pregunta difícil... Complicada...

Oliveira Salazar: Ya sé; como tengo 79 años, muchos preguntan qué va a ocurrir e Portugal cuando yo no esté... Pues nada. Respetando las instituciones creadas, no pasará nada. El Presidente de la Nación designará un nuevo Presidente del Consejo de Gabinete...

Extra: ¿Pero hay quién lo pueda suceder?

Oliveira Salazar: Hay figuras insospechadas...

Extra: Hágame nombres. Porque sino habría que buscar a Diógenes y su linterna...

Oliveira Salazar: (amplia risa). No. No hará falta... Lo único es que habrá que tener paciencia al principio y DARLE PLAZO PARA GOBERNAR. No apurarse... Darle tiempo...

Extra: ¿Qué le pediría usted a la Argentina...?

Oliveira Salazar: Que nos conociera un poco más... Conocernos, conocernos...

Extra: Nosotros también buscamos un estilo de vida o un sistema...

Oliveira Salazar: Sí, pero no hable usted de corporativismo en su país que lo van a acusar de fascista... Este traje portugués a lo mejor no le queda bien al país, pero algunas experiencias que tenemos para administrar y conducir, pueden ser dignas de estudio... Aquí los intereses de los más están representados; tenemos una Cámara Política, la Asamblea Nacional y una cámara de carácter eminentemente social que es la Cámara Corporativa. Aquí no falta ningún sector de interés. Empresarios, obreros, profesionales, técnicos, profesores universitarios. Tan mal no nos ha ido; el analfabetismo que era de un 70% en 1928 fue anulado totalmente en cuanto a la población con edad escolar; el producto bruto nacional se elevó en un 65% en los últimos 10 años; la producción industrial subió de 9 millones de contos, en 1938, a 50 millones de contos en 1967; la tasa de producción de electricidad pasó de 187 millones klw/hora en 1926 a 5.200 klw/hora en 1967. La organización mundial de la Salud ha felicitado a Portugal por su capacidad sanitaria; se cuadriplicaron las escuelas primarias. Liceos universidades, en Portugal, en Angola y en Mozambique, son otras pruebas innegables de que hemos trabajado en un tiempo en que se habla mucho, todo parece depender de los subsidios y ayuda técnicas y esto lo hemos hecho SOLOS.

Extra: Ustedes tienen relaciones diplomáticas y comerciales con Cuba...

Oliveira Salazar: Eso no puede causar extrañeza. Si Estados Unidos obligado a desempeñar casi un papel de Gendarme Mundial, aboga y practica una política de acercamiento de relaciones comerciales y hasta de auxilio a países del bloque socialista; no veo yo que Cuba amenace más la seguridad del Hemisferio Occidental más de lo que la amenaza Rusia... Yo veo que la República Arabe Unida o Ghana, hostilizan públicamente a EEUU y, sin embargo, no cesan de recibir ayuda. Washington tiene una política muy extraña.

Extra: Por fin, profesor Salazar, ¿prevé o favorece usted algunas mudanzas en el sistema político portugués para los próximos años?

Oliveira Salazar: 40 años no es nada en la vida de un pueblo. Nada... Sin embargo, hemos avanzado. ¿Sabe lo que pasa? Hoy ya no hay grandes partidos; HAY PATRULLAS POLITICAS por un lado y por el otro, ESTADOS MAYORES POLITICOS sin fuerzas importantes que lo sigan... Hay mucha gente sedienta de cambio. Todos podrían unirse, pero sólo lo hacen para la subversión. No podrían gobernar un minuto. No se puede ser liberal y socialista al mismo tiempo. Además, frente al orden ofrecen el caos... Esta experiencia es la que mejor se ajustó a nuestro modo de ser. Claro; hubo errores, injusticias, deficiencias, atrasos, abusos; todo eso lo podemos admitir, porque nada es bastante para destruir el valor de la comparación. El orden, la tranquilidad pública, el crecimiento educacional y cultural, el prestigio, la cohesión nacional, todo eso, aceptamos, que con otras personas se hubiesen podido conseguir; CON OTROS PRINCIPIOS, NO. Lo que está indicado no es volver al desorden parlamentario y a la debilidad de los gobiernos. No es destruir la experiencia que se acreditó por su eficacia, sino renovarla en personas y métodos, pero proseguir... El liberalismo económico murió. Y nosotros somos por tanto, libres de tener una organización. Fuimos hacia la organización corporativa. Y nos dio la síntesis deseable de los intereses. Sustituimos la lucha de clases. En fin... El Poder cansa, gasta, disgusta a los que lo soportan, incluso cuando no hay razón. Son como los enfermos; volviéndose al lecho, siguen con los mismos dolores, pero les parece que están mejor... Yo siempre he sido refractario a mudar por mudar. Comprendo las impaciencias o las necesidades políticas, para cuya creación, NO DESEO CONTRIBUIR. El inmovilismo es terrible; pero cambiar el orden por el caos, es peor. Estoy siempre preparado para partir; no digo sin disgusto, pero sí, sin desilusiones...

Até a próxima semana.

Marcos Pinho de Escobar